Volvemos de una “slow life” con energía y optitismo
Se acaba el verano y regresamos a la batalla, con las pilas cargadas después de unos merecidos días de vacaciones. A nadie le amarga el dulce de esas jornadas de descanso, en las que podemos disfrutar de nuestras aficiones y de horarios más flexibles, reunirnos con amigos o dar largos paseos. Pero por largos o cortos que hayan sido nuestros días de asueto, la cuenta regresiva ha llegado a su fin, y es hora de pasar a una nueva etapa, la del trabajo, que también nos enriquece. Empezar un nuevo curso con buena onda no tiene precio, aunque la sensación de nostalgia se apodere de nuestro cuerpo y no podamos creer que, hasta ayer, dormíamos plácidamente sin reloj despertador.
Volvemos al trabajo a lo grande, ofreciendo en estas páginas una rigurosa selección de noticias y novedades que proporcionan al lector exigente las referencias imprescindibles de la actualidad, la mejor información y con lo más nuevo para la vuelta al cole, que es una de las campañas más importantes del sector de la papelería, con el añadido de que está centrada en un público muy especial, los más pequeños de la casa, a quienes, como si fuéramos auténticos Reyes Magos, surtiremos de todo tipo de artículos que les facilitará un regreso a las aulas lleno de ilusiones.
Y esto es un no parar, porque cuando queramos darnos cuenta se habrá terminado la campaña escolar y ya estaremos inmersos preparando otra campaña igualmente atractiva: la de Navidad. En esta publicación daremos, como siempre, las mejores noticias que atañen al sector y anticipamos cuáles pueden ser los productos estrella de estas Navidades, en los que los profesionales del sector hemos puesto mucha confianza.
Centrándonos en los buenos propósitos, es importante empezar el curso recordando que todos tenemos la responsabilidad de conseguir una economía más sostenible, más racional y justa.
La necesidad de preservar el medio-ambiente a la hora de producir ha dejado de ser un capricho para convertirse en una necesidad. La producción debe ser hoy proactiva, tratar de resolver los desequilibrios que hemos heredado y luchar por asentar un crecimiento sostenible y justo a medio y largo plazo.
En pleno siglo XXI, pues, ya no se trata de producir por producir, ahora hay que hacerlo con conciencia y respeto a nuestro planeta y a los derechos humanos y laborales de todas las personas implicadas.
Es evidente que se ha operado un cambio de mentalidad muy positivo en las empresas de nuestro sector. Había que renovarse o morir, y por supuesto nos hemos renovado. Y seguiremos haciéndolo, sin prisas pero sin pausas.
Todos los reportajes que hemos publicado en estas páginas sobre las empresas de nuestro sector, que nos honran con su presencia, destacan la importancia de ser sostenibles y de cumplir con todos los protocolos vigentes exigidos por ley, algo en lo que inciden todas las personas a quienes entrevistamos.
Urge tener un extremo cuidado con no esquilmar los recursos naturales de un planeta que posiblemente se nos está yendo de las manos. Por este motivo, destacamos especialmente el arrojo de las empresas por producir artículos biosostenibles, respetuosos con el medioambiente, tal como exige la sociedad de hoy en día, con el convencimiento de que esa filosofía de trabajo redundará positivamente en el hábitat en el que nos desenvolvemos, un entorno que, por cierto, acabarán heredando nuestros hijos. Invertir en productos biosostenibles es invertir en la salud y en el futuro de las generaciones venideras.
Por otra parte, nos estamos preparando para cubrir dos ferias importantes: Intergift (en Madrid, del 11 al 14 de septiembre) y Big Buyer (en Milán, del 27 al 29 de noviembre). Hasta allí viajaremos sin falta, para poder ofrecer la mejor información posible a nuestros lectores de todo lo que está por venir.
Así pues, regresamos de las vacaciones con nuevas iniciativas y buenos propósitos y con la ilusión de seguir desarrollando una profesión que nos gusta y nos emociona. Es algo que suena bien y decimos a menudo con convicción. Una declaración que reafirmamos con entusiasmo.
¿Qué más podríamos pedir?
Javier Palazón. Director