La pequeña electrónica en la papelería
Por admin el 17 Feb, 2014 con Comentarios 0
El diccionario RAE da la siguiente definición de papelería: tienda donde se vende papel y otros objetos de escritorio. Quizá suena un poco anticuada, ¿no?, pero en realidad la definición continua siendo vigente, si consideramos la expresión “objetos de escritorio” en toda su amplitud.
¿Cómo son los escritorios actuales? Muy distintos, sin duda, de los de hace veinte años, y, no digamos, de los de cincuenta años atrás. Lo que los hace claramente diferentes es obvio: la aparición de la informática y de la electrónica, hoy plenamente incorporadas a la vida cotidiana y laboral de todas las personas, en millones de hogares y oficinas.
Si observamos una mesa de trabajo actual y nos paramos a contar los objetos que hace pocos años ni siquiera existían, nos quedaremos sorprendidos. El ordenador se ha convertido en el centro de gravedad en la mayoría de los casos, y los accesorios que lleva consigo forman una familia cada día más extensa: altavoces, ratones, webcams, auriculares, micrófonos, adaptadores…, toda una serie de productos que se han hecho imprescindibles en cualquier escritorio. A ello hay que añadir los dispositivos periféricos, como las impresoras y los escáneres, y su necesidad de materiales de reposición, como cartuchos de tinta o papeles especiales. Y la información ya no se almacena, en muchos casos, en los tradicionales archivadores; ahora las memorias USB y los discos duros externos acumulan una enorme cantidad de datos en espacios minúsculos.
¿Puede un establecimiento de papelería actual quedar al margen de esta imparable tendencia? Creemos, por supuesto, que no, y cada día son más los establecimientos que así lo entienden y las empresas que presentan catálogos especializados en pequeña electrónica para papelerías. Estas empresas, ofrecen soluciones para crear redes internas de internet: antenas, adaptadores, routers… y abastecer esta imparable tendencia al alza.
Asimismo, la gama de dispositivos susceptibles de conectarse al ordenador es cada día más variada: convertidores, tarjetas PCI, PC cards, USB… Y, por supuesto, también crece la gama de los teclados, los ratones ópticos o láser y las alfombrillas, a los que cabe añadir el auge actual de los tablets y los lectores de e-book. Otra línea muy atractiva es la relativa al sonido, con una afición a escuchar música a todas horas cada vez más extendida: auriculares, micrófonos, altavoces y tarjetas de sonido. Las webcams o los marcos para fotos digitales hacen todavía mayor la oferta posible, sin olvidar las fundas y maletines para portátiles, los cargadores y los discos duros externos.
Se trata en casi todos los casos de artículos de tamaño relativamente pequeño, presentados en cómodos displays, que pueden ofrecerse al público sin necesidad de una gran cantidad de metros cuadrados. Estos artículos, además están aquí para quedarse, no están sujetos a modas o vaivenes. Al contrario, cada día que pasa, más personas se introducen en el mundo de los ordenadores y de todo aquello que gira a su alrededor. Es imprescindible que el comercio se adapte al signo de los tiempos y ofrezca a sus clientes aquello que realmente necesitan. La papelería tradicional tiene una larga vida por delante: seguiremos escribiendo y dibujando a mano, pero es imprescindible ser consciente de que la informática, los escáneres, las impresoras…, todo ello ha entrado a fondo en nuestras vidas y que su desarrollo quizá no ha hecho más que empezar. Hay que mirar sin miedo hacia el futuro.
Archivo: Ofimática/Informática
About the Author: