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  • Las manualidades. Modelar con arcilla

    En estos días, profesionales de la salud y terapeutas de disciplinas alternativas nos advierten sobre los beneficios de practicar algún hobby o actividad creativa que nos ayude a “desconectar” del trabajo y sacar a flor de piel toda nuestra imaginación. Una manera saludable de relajarnos, disfrutar de nuestras habilidades o adquirirlas, si aún no las hemos descubierto.

    Las manualidades con arcilla son una de las más seductoras para todas las edades. En la escuela, como actividad extra escolar; en talleres de arte como expresión artística; o, simplemente, en casa para distraernos durante el tiempo libre, esta actividad creativa genera cada año millones de piezas únicas y originales entre las miles de personas que se dedican a ello.

    La esencia de la arcilla desde la antigüedad

    La arcilla es un elemento que, si bien hoy adquirimos en comercios, se encuentra en la naturaleza. Al mezclarla con agua, obtenemos una masa dúctil y maleable que nos permite modelar todo tipo de formas: figuras humanas, cacharros, tazas, platos, adornos, accesorios de bisutería, y la lista se extiende sin encontrar el final. Es fácil descubrir el porqué, la arcilla nos permite expresarnos y expresarnos nos hace más felices.

    El hombre descubrió la arcilla en tiempos muy tempranos, en el Paleolítico Superior (25 mil años a.C.) ya se modelaba con arcilla. Evidentemente, las técnicas y métodos de fabricación han ido perfeccionándose hasta la extendida y diversificada cantidad de arcillas que existen en la actualidad. Fue la demanda, siempre ascendente, lo que motivó el crecimiento de una importante industria que abarcó fuertemente dos sectores: el artístico y la construcción.

    La fabricación de piezas de cerámica primitivas requería de un largo proceso que comenzaba con la obtención de la arcilla mediante dos procedimientos de extracción, según se encontrara a la orilla de los ríos o enterrada en las minas o a cielo abierto.

    En el primer caso, el sistema era sencillo y consistía en cortar bloques de los que se extraían otros elementos orgánicos e impurezas que pudieran estar adheridos a ella.

    En el caso de la arcilla enterrada se excavaba hasta obtener la “veta arcillosa” y, una vez descubierta, también se eliminaba todo tipo de elementos ajenos a la arcilla, como vegetales, tierra, piedras, etc.

    A partir de la obtención de la materia prima se procedía a la depuración de la arcilla de forma muy cuidadosa. La pureza de la pasta obtenida después de este proceso era una elemental manera de garantizar su modelado y posterior cocción. De allí la importancia de utilizar una pasta muy depurada para los trabajos artísticos, siendo el proceso mucho menos exigente cuando la pasta estaba destinada a la fabricación de ladrillos.

    Como nuestro interés está centrado en el modelado de cerámica artística, solo nos ocuparemos de la pasta de alta calidad

    Dos características hacían de la arcilla una pasta increíblemente apta para todo tipo de trabajos manuales. Su plasticidad y homogeneidad. El amasado es el proceso en el cual mejor se manifiestan estas cualidades; mediante el mismo se eliminaban las pequeñas cámaras de aire que influían de forma negativa otorgándo menor resistencia a la pieza. Este proceso se realizaba con la manos, humedeciendo la pasta con agua y otros elementos, que aportaban mayor resistencia y menor contracción durante el secado o cocción (conchas, arena, huesos, etc. finamente molidos) hasta obtener una masa perfectamente homogénea.

    Con la pasta en condiciones óptimas para ser utilizada, se procedía al modelado. Aquí, desde la antigüedad hasta nuestros días, las técnicas para fabricar cacharros, vasos, platos, figuras, adornos, etc. fueron perfeccionándose a fuerza de “ensayo y error” en los primeros tiempos, hasta las más modernas técnicas utilizadas en la actualidad.

    Una vez obtenida la pieza, se procedía al secado. En forma natural, la arcilla se secaba y adquiría una dureza y resistencia, comprobada en la actualidad por los numerosos descubrimientos arqueológicos que confirman edades antiquísimas en piezas de hallazgo reciente. Posteriormente, el cocido de la cerámica en el horno culminó el proceso, dotando a la pieza de su máxima dureza y resistencia.

    Este repaso de la historia de la arcilla y la fabricación de la cerámica, solamente nos introduce a este vasto y rico universo de la artesanía, un tema que, seguramente, retomemos en próximas ediciones.

    Volviendo a las manualidades del siglo XXI, las nuevas tendencias nos acercan cada día más a reconciliarnos con el medio ambiente. A ser respetuosos, a reciclar y, sobre todo, a no dejar escapar algunas de las costumbres más arraigadas a lo largo de la historia de la humanidad: hacer manualidades. Gracias a las increíbles y variadas ofertas que encontramos en el mercado, es imposible no sentirnos atraídos a intentar, con nuestras propias manos, desarrollar nuestra faceta más creativa.

    Para más información sobre productos y pastas de arcilla, Cerámica Collet, propietaria de la famosa marca registrada Sio-2. (www.sio-2.com).

    Con más de 100 años de experiencia, y una reconocida trayectoria entre escolares, artistas y aficionados, Cerámica Collet es un gran referente dentro del sector.

    Archivo: Bellas Artes/Manualidades

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