La pintura de diamante es Una actividad con beneficios meditativos que está ganando fuerza en el mundo de la artesanía. se trata de unir pequeñas piezas brillantes sobre un lienzo para formar una pieza brillantemente cohesiva

En la actualidad, el Diamond Painting –o también conocida en nuestro país como pintura de diamante– se ha convertido en una forma artística entretenida para crear todo tipo de mosaicos o figuras sin utilizar ni una gota de pintura.

La técnica consiste en ir colocando pequeñas piezas brillantes –que se asemejan a diamantes– de colores siguiendo un patrón de ilustración. Por el tamaño de los cristales es necesario el uso de un tipo de punzón, con forma de lápiz, como herramienta para ir colocando cada uno, de uno en uno, sobre un lienzo especial que sirve de base y guía para crear la obra.

Los resultados, como se puede apreciar en las imágenes, son impresionantes y no es necesario ser un artista o un profesional para iniciarse en esta manualidad: es apta para todos los públicos y de las edades más diversas. Desde niños hasta adultos, con o sin experiencia, pueden incursionar en ella y disfrutar de sus magníficas creaciones.

Muchos fans de la pintura de diamante resaltan que es una práctica relajante, que aleja el estrés, estimulando la paciencia y la concentración de manera natural. Además, es una técnica muy minuciosa que ayuda a ejercitar la motricidad fina de quien lo práctica sin ningún esfuerzo; por el contrario, disfrutando cada paso del proceso.

De alguna manera, podríamos decir que este tipo de trabajo es una combinación entre diferentes técnicas: tiene algo de puzzle tradicional, de bordado, o de pintura guiada, destacando en este caso la particularidad de su brillo que, probablemente, sea su mayor atractivo final.

Generalmente, un set básico de pintura de diamante incluye un lienzo; los cristales de diferentes colores y en cantidad suficiente para completar el dibujo –contiene piezas extras–; una bandeja para almacenar y ordenar los cristales; un lápiz para manipularlos; pegamento para adherirlos; y muchos incluyen el lienzo prepintado para que resulte más sencillo colocar los diamantes en el lugar exacto. Suelen estar disponibles en diferentes tamaños y gran cantidad de temas.

Quienes quieran iniciarse en esta práctica no encontrarán dificultades para escoger un set que se adapte a sus necesidades y capacidades artísticas. Es posible comenzar a experimentar con ilustraciones sencillas y de menor tamaño e ir aprendiendo con rapidez hasta realizar trabajos más complejos de dimensiones muy variadas.

Los resultados suelen ser tan bonitos y sorprendentes que quienes practican esta artesanía acaban enmarcando sus trabajos para decorar con ellos cualquier tipo de espacios, tanto en el hogar como en la escuela o la oficina.

¡A no descuidarse, lectores, la pintura de diamante está cogiendo vuelo y se ubica en las listas de preferencias de manualidades entre niños y adultos!