Dibujar, mucho más que un juego
Por admin el 11 Abr, 2020 con Comentarios 0
A través de sus dibujos, los niños expresan sus sentimientos, emociones, deseos y preocupaciones
El dibujo infantil, además de entretener y ser una de las actividades favoritas de niños y niñas. Es el mejor antídoto contra el aburrimiento y una manera entrañable de comunicar sentimientos.
¿Qué dicen los profesionales?
El dibujo es un medio de expresión trascendental para los niños desde una edad muy temprana. Es una herramienta de comunicación que va evolucionando con ellos desde los primeros meses de vida a un ritmo constante y permite conocer las diferentes etapas emocionales que atraviesan durante la infancia.
El primer contacto de los niños con el dibujo suele ser una experiencia exploratoria que se inicia cuando cogen en sus manos un lápiz por primera vez. Puede que ya hayan jugado con ellos antes, pero hacia el año y medio descubren que algo más ‘ocurre’ si lo arrastran sobre alguna superficie –que no siempre es el papel–, y aparecen las líneas, semicírculos, y formas básicas que desde un punto de vista psicológico expresan algunos detalles tempranos de su afectividad y temperamento. Más allá de las limitaciones obvias de la capacidad y maduración visomotora de la edad, estos primeros garabatos serán el primer síntoma de un proceso de comunicación que es positivo potenciar y motivar.
A los dos años de vida los niños comienzan a dar forma a los garabatos. Las líneas se unen y los trazos se convierten en formas de contornos que intentan llevar al papel un mundo real que, además, es de colores. En esta etapa la forma y el color se dan la mano.
Y en sus dibujos vemos pasar el tiempo de prisa cuando, a los dos años y medio, aquellos esbozos de curvas abiertas se convierten en círculos que unidos a las líneas crean nuevas formas, cada vez más parecidas a los objetos y la figura humana, cada día más cerca de la realidad.
Y una mañana sin previo aviso y muy cerca del tercer aniversario, el niño descubre los detalles. Intenta plasmar sobre el papel aquellos objetos que le interesan, como un avión o un autobús y, con una sonrisa enorme dibuja un figura humanoide que, para el niño, es ‘una persona de pies a cabeza’, y eso es justamente lo que ha dibujado, una cabeza con piernas.
A este desarrollo que comenzó al año y medio –con líneas verticales, el círculo y la línea horizontal– seis meses más tarde se suma la cruz, y a los tres años la figura humana se perfila.
A esta edad los lápices de colores son sus juguetes preferidos. Seguramente tiene muchas cajas diferentes, algún estuche, latas, portalápices, blocs de papel, folios, cuadernos, y cualquier lugar se convierte en un espacio ideal para expresarse mediante el dibujo: la sala de espera del dentista, la mesa de la cocina, sobre la cama o la alfombra del salón. Dibujar, dibujar, dibujar… y dibujar.
El mejor regalo para los niños en esta etapa de su infancia son los lápices de colores, los crayones, los rotuladores, las témperas y toneladas de papel, según recomiendan psicólogos y profesionales de la salud infantil. Porque, en realidad es mucho más que un regalo. Cuando un niño recibe dos cajas de lápices, aunque sean iguales, para él la sensación no es de ‘repetición’ si no de ‘suma’. Les encanta tener muchos instrumentos para expresarse y mucho papel para aprovecharlos al máximo.
Y disfrutan pasando las horas dibujando cuadrados y perfeccionando cada vez más el trazo, depurando la técnica imperfecta, evolucionando cada día en los detalles.
Entre los tres y cuatro años los peques se interesan en la figura humana y aparecen el cuerpo y los brazos en sus monigotes. La cabeza y los ojos suelen ser muy grandes y aún faltan los detalles; sin embargo, las diferentes estructuras cognitivas han ido madurando y eso se nota en sus dibujos.
A los cinco años la figura humana comienza a consolidarse y aparecen los primeros detalles: el cabello, la boca y, aunque la nariz y las orejas aún pueden tardar un tiempo más en aparecer, hay un aspecto muy importante que se manifiesta durante esta etapa: la diferenciación. Las figuras humanas son diferentes entre sí, lo que pone de manifiesto un síntoma de creatividad y de capacidad de observación del entorno.
Aparecen los ‘cuadros de situación’ y las escenificaciones de situaciones concretas, lo que pone de manifiesto los rasgos propios y diferentes de la personalidad y madurez del niño al tiempo que muestra sensaciones y emociones de su mundo interior.
El dibujo es una plataforma comunicativa, es un medio de expresión fundamental para los niños.
¿Es importante estimularlos a dibujar?
La estimulación precoz es una tema que en estos días sigue debatiéndose en los diversos sectores vinculados con la infancia y relacionados con la educación de los más pequeños. Mientras la discusión se mantiene en este ámbito hay claros indicios de que los niños disfrutan del dibujo durante su etapa evolutiva y que lo más importante es conocer de qué manera podemos acompañarlos en este momento tan importante de sus vidas.
Una de las premisas más importantes es respetar la espontaneidad y naturalidad en las primeras etapas del dibujo y abstenernos de imponer normas o corregir errores desde una mirada adulta poco entrenada a entender ‘a simple vista’ el cómo y el por qué de sus dibujos. Intentar acelerar un proceso que, como hemos visto, se manifiesta de manera progresiva y diferente en cada niño dentro de tiempos aproximados –durante etapas que abarcan entre seis meses y un año– podría ser muy perjudicial para ellos, una forma de censura que, en vez de estimular, coartaría su creatividad.
Cada dibujo es una idea original que el niño expresa en sus dibujos. En cada dibujo utiliza su propio lenguaje único y original con las únicas limitaciones que sus inmaduras habilidades motrices le imponen y que el niño irá desarrollando naturalmente sin necesidad de correcciones.
¡Manos a la obra! Buscando materiales…
Los profesionales dedicados a los diversos aspectos relacionados con la infancia –desde la salud hasta la educación– han trabajado e investigado a lo largo de los años con equipos interdisciplinarios de empresas dedicadas al sector y existen en el mercado productos de la más alta calidad y expresamente pensados y desarrollados para estas etapas tempranas de su crecimiento.
Como es de suponer la lista es muy extensa, por lo que hemos escogido algunos de ellos a modo de ejemplo y por considerarlos las primeras herramientas.
Lápiz de cera o crayón ¡Ideales para los primeros garabatos!
En la actualidad son atóxicos, no manchan, son de formas muy variadas y cuyas puntas finas o romas son seguras y maleables. Disponibles en todos los colores son un instrumento muy cómodo para los niños y sus características de trazo fluido y ancho despiertan una atracción especial desde una edad muy temprana y se mantiene a lo largo de todas las etapas evolutivas.
Tanto a nivel nacional como internacional este producto ha alcanzo un alto grado de desarrollo. En el mercado encontramos lápices de cera fabricados a partir de resina seca y pigmentos lavables conocidos como “pasteles”, o también a partir de tiza oleosa, e incluso –aunque con menor frecuencia– elaborados a partir de semillas de soja. Una reconocida marca suiza, produce sus afamados crayones solubles en agua que permiten mezclar los colores entre sí al humedecer los trazos realizados sobre el papel. Y, por último, incluir la parafina, material utilizado por muchas empresas y también por una de las más populares del mundo.
Lápices de colores ¡Para toda la vida!
Imposible sintetizar la importancia e influencia del lápiz de color en el desarrollo evolutivo del niño. En estos días las opciones de mercado son extraordinarias y sin duda el lápiz de color ha sido uno de los instrumentos de dibujo que más ha evolucionado, tanto para los más pequeños como para aficionados al arte y profesionales.
Color, textura, tamaños, grosores, olores… se convierten cada día en la llave que abre la puerta al di-bujo infantil. Utilizados en casa, en el parvulario, en sitios de ocio, etc. los lápices de colores siempre han sido, son y serán el símbolo del dibujo.
Tizas ¡A los dos años vamos a descubrir el mundo!
Por tratarse de un material que se rompe con facilidad es más aconsejable comenzar a utilizarlas cuando los niños tienen un mejor dominio o habilidad a la hora de manipular los materiales. Muchos profesionales recomiendan la tiza sobre la pizarra, pero este material también es apto para utilizarse sobre papel, paredes, suelo, etc. El niño disfruta mucho de expresarse sobre diferentes superficies y descubre con la tiza la posibilidad de borrar y aprender a controlar la intensidad del trazo que, a diferencia del crayón, debe ser mucho más suave y ligera.
Rotuladores ¡No hay límites para los pequeños artistas!
Los diversos grosores hacen del rotulador una herramienta perfecta para que los niños comiencen a realizar trazos y contornos, desarrollar el control de presión muscular durante el dibujo, ejercitar la coordinación y realizar las primeras experiencias del trazo permanente debido a su mayor dificultad de borrar.
Esta característica ayuda a los niños a iniciarse en el proceso de reflexión antes de dibujar y se convierte en un ejercicio de responsabilidad previo que les permite pensar y elaborar de manera más planificada, pero igualmente libre y creativa, su dibujo. En la actualidad también existen los rotuladores especiales para borrar y también los que cambian de color, los que al mezclarse producen efectos como brillo o luminosidad, etc.
Es un material estupendo cuyo desarrollo sigue sorprendiéndonos año a año de la mano de las más importantes empresas del sector.
Témperas ¡Con los dedos o el pincel!
Las posibilidades son infinitas y desde el primer uso los niños quedan prendados de ellas. Los colores y su textura suelen ser tan llamativos y atractivos que parecen haber sido creadas especialmente para la infancia, y aunque sabemos que no ha sido así, suele ser uno de los materiales más utilizados por los niños para expresarse.
Aptas para utilizarse sobre papel, tela e infinidad de superficies, lavables y tan fáciles de usar son una herramienta espléndida para crear todo un universo de expresiones.
La témpera utilizada con los dedos les permite a los niños realizar una interacción física y directa con el material, adquirir nuevos movimientos de coordinación, experimentar con el trazo –según las diferentes presiones que ejerza– y, tal vez la experiencia más importante, explorar el dibujo no solo con el sentido de la vista, sino también con el tacto y el olfato.
Más adelante o de forma simultánea, el pincel juega un papel muy importante en esta técnica y los niños la disfrutan desde muy pequeños y mantienen su entusiasmo a medida que van perfeccionando sus habilidades motrices, aquellas que les permitirán alcanzar diferentes resultados a lo largo de las diferentes etapas madurativas.
Papel ¡Sin límites!
Muchos profesionales coinciden en la importancia del papel: texturas, colores, tamaños, grosores, reutilizables –como hojas de periódicos, revistas, envoltorios–, etc. y advierten que una elección inadecuada podría coartar la libertad de expresión de los niños. Por ello, poner a su disposición diferentes opciones para que puedan escoger entre ellas sigue siendo la mejor manera de permitirles una elección libre.
En la actualidad el mercado nos proporciona todo tipo de opciones en este campo por lo que la recomendación de los expertos es unánime: que el papel sea el adecuado para el instrumento o técnica que el niño quiera utilizar en el momento que se dispone a dibujar o pintar. Si no lo es puede que el niño se decepcione de los resultados y habremos cometido un error. Los fabricantes de papel suelen indicar en sus packagings para qué tipo de materiales, tintas o técnicas ha sido fabricado su producto. Confiemos en ellos y los niños disfrutarán al máximo de sus creaciones.
Archivo: Material Escolar
About the Author: