En el 200 aniversario del nacimiento de Lothar von Faber, Faber-Castell ofrece una edición limitada del clásico lapicero.

Ya sea para tomar pequeñas notas, para realizar grandes obras de arte, o para componer todo tipo de literatura, los lápices son tan importantes en la era digital como lo fueron en el pasado. Si la gente en todo el mundo tiene acceso a ellos, es gracias a un hombre: Lothar von Faber, nacido hace exactamente 200 años.

El lápiz, como antecesor de todos los instrumentos de escritura y de dibujo utilizados hoy en día, fue capaz de conquistar el mundo en el siglo pasado gracias principalmente al espíritu pionero de un empresario alemán, Lothar von Faber (1817-1896), que convirtió su negocio familiar en Spitzgarten en Baviera en una marca global. Siendo la cuarta generación de su familia que dirigía la empresa, realizó mejoras decisivas en la calidad del producto, abrió canales internacionales de producción y distribución y creó una marca de excelente reputación.

Como resultado, Lothar von Faber optimizó las propiedades de las minas de los lápices, consiguiendo que se alcanzaran diferentes grados de dureza por primera vez. Además, este visionario también modernizó las líneas de producción de su fábrica, y se aseguró de los mejores recursos de materias primas de la época.

Al combinar el grafito de Siberia con madera de cedro de Florida, perfeccionó los legendarios lápices indelebles Polygrades. Poco después, presentó sus útiles de escritura hexagonales, cuya forma revolucionaria sirvió de prototipo para los lápices que se pueden encontrar en casi todos los escritorios a día de hoy, marcados con la impresión en oro “A.W. Faber”, y creando así los primeros instrumentos de escritura con marca del mundo. Lothar von Faber estableció una red de distribución global que llegó incluso hasta China. Él era tan riguroso en la expansión de su cartera de productos como en la combinación de sus lápices con otros útiles de escritura, suministro para artistas y todo tipo de equipos de “oficina”.

Von Faber también transformó la historia con su estilo de liderazgo, ofreciendo a sus trabajadores seguridad social mucho antes de que esto estuviera implementado por ley. Fundó un plan de seguro de salud de la empresa, el “Lebensversiche-rungs-Bank”, creó instalaciones educativas y deportivas, y defendió y luchó por una Europa unificada.

En esta época del Brexit y de los esfuerzos por el aislamiento entre Oriente y Occidente, sus palabras de 1879 siguen siendo sorprendentemente relevantes: “Esperemos que las personas de las grandes potencias europeas puedan unirse bajo un modo que garantice una permanente y segura situación jurídica para todas las naciones. Un parlamento europeo o internacional… probablemente sería considerado el más adecuado…”. Se establecería así un equilibrio político europeo y el orden económico pronto seguiría su cauce.

Son estos valores los que Faber-Castell, el principal fabricante de lápices del mundo, sigue defendiendo hasta el día de hoy. Todo lo que Lothar von Faber aportó al ADN de la compañía se podrá ver en las celebraciones que marcarán el bicentenario de su nacimiento este verano: una exposición especial y una serie de lecturas en el castillo de Faber-Castell honrarán la vida y el trabajo de este pionero del lápiz, así como la reedición de un modelo de lapiceros histórico, que demostrará la belleza intemporal de sus diseños.

“Polygrades” edición aniversario

La edición “Polygrades” es una réplica del histórico original: Los lápices, suaves y brillantes, se sitúan cuidadosamente en su embalaje, con el sello dorado del logotipo de la empresa a la izquierda. No se presentan afilados porque en aquél entonces se cortaban según la forma deseada por el usuario, con una cuchilla. Las minas de grafito eran originalmente de forma cuadrada pero hoy en día son redondas, una pequeña concesión que tenía que hacerse por exigencias de fabricación.

Para más información: www.faber-castell.es