Papelería y escritura para zurdos
Por admin el 22 Nov, 2017 con Comentarios 0
Hace solamente unas décadas, a los niños y niñas zurdos se les ataba su mano hábil a la espalda para que aprendieran a comer y escribir con la mano derecha y corregir así su “anomalía”. Afortunadamente, los estudios científicos han demostrado una y otra vez que la lateralidad manual (es decir, el hecho de ser diestros o zurdos) es un fenómeno natural que aparece en aproximadamente un 10% de la población mundial. A este número cabe sumarle un 1% de personas totalmente ambidextras, es decir, capaces de utilizar la derecha o la izquierda con la misma facilidad.
Las causas de este fenómeno no están bien establecidas, pero lo que sí parece cierto es que las personas zurdas no “padecen” ningún trastorno físico o mental, ni “se empeñan” en funcionar al revés de todo el mundo. Según el profesor Chris McManus, del University College de Londres, las diferencias en lateralidad se deben a una estructuración de algunas funciones del cerebro ligeramente distinta a la de la media de la población, hecho que no limita en absoluto sus capacidades mentales, como pone de manifiesto el gran número de zurdos y zurdas que han sobrealido en todos los ámbitos del saber.
La sociedad es actualmente mucho más abierta y tolerante con los zurdos. Sin embargo, éstos deben enfrentarse a menudo a las dificultades prácticas derivadas del hecho de que el mundo está hecho a uso y medida de los diestros: una gran parte de los utensilios, herramientas y accesorios que utilizamos en nuestra vida diaria están pensados para ser utilizados sólo con la mano derecha: abrelatas, tijeras, sierras eléctricas, instrumentos musicales, plumas estilográficas, maquinaria especializada, material para deporte, posición de ranuras para tarjetas de acceso, mobiliario, etc.
Ante esta circunstancia, las personas zurdas tienen ante sí tres estrategias para resolver el problema: la primera consiste en adaptarse y utilizar estos objetos como los diestros (cosa que en algunos casos puede implicar problemas de torpeza, falta de habilidad e incluso riesgo de lesiones). La segunda opción pasa por adaptar los objetos para que funcionen a su medida, como en el caso del gran guitarrista Jimi Hendrix, que modificaba sus guitarras para que pudieran tocarse del revés.
La tercera posibilidad –ciertamente la más adecuada y segura desde el punto de vista funcional– consiste en adquirir y utilizar objetos fabricados expresamente para los zurdos, desde violines hasta abrelatas. Uno de los sectores que muestra más innovación, en este sentido, es el de la papelería; muchos de los objetos y utensilios que se emplean diariamente en escuelas y despachos, a nivel doméstico y profesional, y que antaño suponían un pequeño suplicio para los zurdos, están actualmente disponibles en versiones adaptadas. Entre estos objetos, destacamos los siguientes:
• Útiles de escritura: plumas estilográficas, rollers, bolígrafos, lápices y portaminas. Algunos de ellos están diseñados expresamente para que el niño haga sus primeros pasos en la escritura. Por este motivo, los fabricantes ofrecen modelos extremadamente ergonómicos que facilitan su agarre y la fluidez de escritura. Óbviamente, estos modelos especiales se comercializan en versiones tanto para diestros como para zurdos.
• Tijeras: La disposición del filo en las tijeras supone para los zurdos un verdadero handicap, ya que en sus manos una tijera convencional simplemente no funciona. Afortunadamente, desde hace algunos años se encuentran en el mercado versiones para zurdos de prácticamente todo tipo de tijeras (escolares, profesionales, domésticas, etc.).
• Sacapuntas y cúters: El uso de sacapuntas convencionales (es decir, para diestros) implica un esfuerzo extra por parte de un zurdo, ya que debe realizar el movimiento de rotación en sentido contrario al habitual. El caso de los cúters (cuchillas recambiables que se guardan dentro de su propio mango) supone algo más que una incomodidad, ya que presenta un riesgo muy alto de lesiones, especialmente en manos de personas poco experimentadas (generalmente niños) o zurdos. También se pueden encontrar actualmente modelos para zurdos y con mecanismos de seguridad más eficientes.
• Otros accesorios escolares y material para oficina: cintas correctoras, reglas y transportadores, ceras, cintas métricas, cuadernos de caligrafía… y una lista que, se va ampliando cada vez más.
Con el paso del tiempo, ese 10% de población que utiliza preferentemente la mano izquierda va perdiendo el estigma negativo que se le atribuía. Una mayor sensibilidad social por parte de educadores, padres, investigadores y los propios afectados, han propiciado este cambio de actitud tan positivo. En la práctica, esto significa una mayor igualdad de oportunidades para los zurdos (especialmente los niños) y constituye también una señal de madurez de una sociedad más inclusiva y democrática.
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