El pasatiempo de pintar cada vez se está extendiendo más en nuestra sociedad, ya que nos aporta muchos beneficios; entre otros, nos ayuda a relajarnos y a desconectar de la burbuja de ruido en la que vivimos inmersos. Pintar permite hacer volar nuestra imaginación, estimula nuestros sentidos y potencia sensaciones agradables. Y todo esto gracias al uso de utensilios fáciles de conseguir y, además, económicos. ¿Se puede pedir algo más?

Pero no es necesario explicar las virtudes terapéuticas y emocionales de la pintura acrílica de Molin, una firma que lleva mucho tiempo sirviendo a los amantes de este –por así decirlo– arte doméstico, pinturas acrílicas, diseñadas y fabricadas en Barcelona. Estas pinturas profesionales, disponibles en una vasta gama de colores intensos, están pensadas para un público a partir de 13 años.

Pintar no es una afición solo de niños y profesionales, cualquier persona puede practicar este arte individualmente en su casa: solo hace falta encontrar las pinturas ideales.

Virtudes de las pinturas acrílicas

Las pinturas acrílicas de Molin, presentan una cremosidad especial que permite realizar un pincelado suave y agradable. Otra de sus características es una cubrición media para extraer toda la gama de colores a la hora de crear la teoría del color, lo cual demuestra que estas pinturas son de una calidad excelente, ya que no todas las pinturas pueden crear todos los colores a partir de los colores básicos. Además, se secan con rapidez y despiden un olor neutro, no presentan ningún tipo de separación de aguas y favorecen un brillo medio ideal para cualquier tipo de dibujo.

Las pinturas están presentadas  en botellas dosificadoras flexibles de 80 ml, muy prácticas a la hora de dibujar de forma limpia, sin ensuciar la pintura que está en el interior de la botella. Se pueden utilizar sobre diferentes materiales: papel, cartulina, cartón, lienzo, madera, escayola, etc. Las pinturas acrílicas de Molin se comercializan en 12 tonalidades de colores vivos y atractivos.

La seguridad, un valor irrenunciable

Molin basa su estrategia de mercado en sólidos valores como la tradición, la calidad y la universalidad. El consumidor puede usar los productos de Molin con la certeza de que sus artículos son muy seguros. Fabricados en España, cumplen con la normativa europea EN71 de juguetería y cuentan con la certificación de la Agencia Oficial Eurofins. ¿Problemas con el gluten? Tranquilo, en Molin todos los artículos carecen de gluten y, tal como asegura su etiquetado, pueden ser usados por celíacos.

En su afán por la seguridad, Molin usa amargante (para evitar que los más pequeños se lleven las pinturas a la boca) y rechaza la elaboración de cualquier disolvente (o material similar) que pueda resultar perjudicial para la salud.

Molin, recuerde, es en todo momento respetuoso con el medioambiente.

Si tiene alguna duda, siempre podrá consultar con su departamento técnico, que atenderá con amabilidad y diligencia cualquier duda que usted pueda tener.

Para más información: www.molin.es