La papelería técnica, un negocio con mucho futuro
Por admin el 07 Feb, 2017 con Comentarios 0
Hasta hace pocos años, las papelerías técnicas eran comercios especializados, situados principalmente en las grandes ciudades, dirigidos a profesionales como arquitectos, diseñadores gráficos o artistas. Para el resto de los mortales, era simplemente “esa papelería donde hacen fotocopias”. En la actualidad esta situación ha cambiado a mejor, por lo que en cualquier población mediana o vecindario es posible encontrar una papelería técnica con un buen surtido de productos y de servicios que satisfacen las necesidades más diversas de todos los clientes, desde las más sofisticadas a las más peregrinas.
Las actuales papelerías técnicas ya no se limitan a vender productos, sino a orientar, aconsejar y, en muchos casos, a ofrecer unos servicios especializados que el cliente por sí mismo no podría conseguir. Profesionales, estudiantes, artistas, particulares… acuden a este establecimiento para obtener un rotulador idóneo para dibujar manga, para que le ayuden a diseñar sus tarjetas de visita, para hacer la composición de un álbum familiar a base de textos y fotografías o simplemente para comprar un nuevo cartucho para la impresora o una calculadora científica, etc.
Tradicionalmente, las papelerías técnicas han dispuesto de un amplio surtido de materiales y accesorios utilizados en casa, la escuela o la oficina. Esta diversidad no solamente no ha disminuido, sino que ha experimentado un aumento considerable con la incorporación de los últimos avances técnicos en este campo. Así, hoy en día la cantidad y variedad de artículos a la venta en cualquier papelería especializada es impresionante: útiles para el dibujo y el diseño gráfico, papeles especiales, cuadernos y agendas de todo tipo, consumibles, accesorios y máquinas de oficina, material para el estudiante e incluso mobiliario de oficina.
Por otra parte, los avances técnicos permiten que las papelerías técnicas ofrezcan servicios muy sofisticados, que hasta hace pocos años resultaban caros y requerían de técnicas especializadas. Empezaron con las clásicas fotocopias en blanco y negro, luego llegaron el fax, las nuevas técnicas de encuadernación, las fotocopiadoras digitales, etc. Actualmente, las papelerías técnicas son capaces de realizar tareas anteriormente reservadas solamente a las imprentas y establecimientos de reprografía, con un nivel técnico y una relación coste/servicio más que aceptables.
Hoy en día el encargado de una papelería técnica es más que un vendedor; es un profesional especializado con experiencia, conocimientos técnicos y un gran interés por actualizar constantemente su cartera de productos y servicios. De las papelerías tradicionales conserva la atención a la diversidad de clientes, un elemento fundamental en los establecimientos de este ramo. La clientela suele ser muy diversa y con demandas muy concretas (muchas veces, con un factor de urgencia añadido), y por este motivo espera un nivel de servicio óptimo.
¿Y el futuro? Según los estudios de mercado y tendencias, el sector de las papelerías técnicas seguirá evolucionando en la misma línea, es decir, con un componente tecnológico cada vez mayor, un espacio donde conviven (o, en ciertos casos, se fusionan) los elementos tradicionales con los de última generación. En este sentido, se apuntan unas tendencias muy claras:
• Productos: están saliendo al mercado productos muy innovadores a precios asequibles. Por poner algunos ejemplos: grapadoras con componentes digitales que facilitan la carga y el grapado de grandes volúmenes; toda clase de productos de papelería personalizados al gusto del cliente (logotipo, fotografías personales, información corporativa, etc.), como cuadernos y agendas, papeles autoadhesivos, carpetas, etc.; impresoras 3D; lápices inteligentes, papel electrónico de uso diario, etc.
• Servicios: convivirán dos tendencias en apariencia contradictorias; por un lado, una renovación constante gracias a los avances en la tecnología y, por otro, la valoración de los productos artesanales y la consolidación de nuevos valores por parte del consumidor, como el respeto al medio ambiente y la responsabilidad social. La combinación de ambas tendencias se une en la personalización de productos y servicios a demanda del usuario, aprovechando las posibilidades técnicas y los procesos de producción y venta just-in-time.
El profesional del sector de la papelería técnica deberá poseer un alto nivel de formación en campos tan diversos como diseño gráfico, tipografía, encuadernación, impresión, ergonomía e informática, entre otros. Deberá también ofrecer un catálogo de productos amplio y capaz de satisfacer a un usuario experimentado y exigente, además de una gama de servicios técnicamente sofisticados, personalizables y con precios ajustados a la demanda.
Calidad, innovación y proximidad al cliente. Todo un reto sin duda, pero con excelentes perspectivas de futuro.
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