¡Necesito un tarjetero!

La de crédito, la del tren, la de fidelidad para la gasolina, el súper y la perfumería, el carnet de biblioteca, la sanitaria, el DNI y el carnè de conducir, la del seguro, la de la federación deportiva… ¿Les suena de algo? Claro que sí: hablamos de la tarjeta, ese pequeña pieza rectangular que todos llevamos encima para identificarnos como usuarios de un servicio, como consumidores o como ciudadanos.

Las tarjetas se han convertido en elemento indispensable en nuestra vida cotidiana. Las hay de plástico o papel, electrónicas o no, voluntarias u obligatorias, indicadoras de nuestros hábitos de consumo o de pertenencia a un club, etc. Son muy prácticas, fáciles de obtener y cómodas de utilizar; tanto, que a veces su proliferación se convierte en un problema para el usuario.

No es raro que nuestra cartera o billetero estén tan repletos de tarjetas que al abrirlos, a veces, caigan al suelo o se pierda en el fondo del bolso. ¿A quién no le ha sucedido alguna vez que, a la hora de tener que mostrar una determinada tarjeta, no encuentra la que busca y tiene que sacar todo el montón, con el consiguiente riesgo de pérdidas o substracciones?

Por suerte, existe una solución fácil, tanto que muchas personas no caen en ella: utilizar un tarjetero. Se trata de un accesorio práctico, de la misma familia que los monederos y billeteros, consistente en una serie de fundas de plástico unidas en forma de cuadernillo dentro de las cuales podemos guardar todas nuestras tarjetas de forma muy accesible, cómoda y segura. Como las fundas suelen ser transparentes, es fácil ir pasando las páginas y localizar en pocos segundos la tarjeta que necesitamos sin tener que sacar las demás.

La función práctica de los tarjeteros no están reñida en absoluto con otras consideraciones como el diseño, la profesionalidad o el precio. En el mercado encontramos tarjeteros de todos los estilos y para todos los gustos. Entre los más clásicos, están los tarjeteros en cuero con colores sobrios (marrón, negro, burdeos…), que proporcionan una imagen elegante y profesional. Y para quien no quiere complicarse la vida, existe una gran variedad de modelos muy prácticos realizados en plástico y con una amplísima gama de diseños y colores.

También es posible encontrar modelos más atrevidos, con una estilizada y moderna carcasa de aluminio, o modelos artesanos fabricados a base de cartón reciclado o con papel hecho a mano. Modernos, lujosos, de diseño, juveniles, personalizados… hay tarjeteros adecuados para cualquier gusto personal o empresa. Además, el reducido tamaño y ligereza de este accesorio permite llevar encima más de uno para que tengan cabida todas nuestras tarjetas, carnés o calendarios anuales.

El tarjetero se ha convertido en un accesorio imprescindible para la vida diaria. Práctico, cómodo y fiable. Busquemos nuestro modelo y evitamos los disgustos por las pérdidas y las situaciones embarazosas. ¡Hay tarjeteros para todo y para todos!