Liso, pautado o cuadriculado, un papel para cada necesidad

Las papelerías son uno de los comercios más fascinantes que existen. En sus estanterías y expositores, repletos de artículos de toda índole dispuestos de forma ordenada y atractiva, el cliente puede explorar y encontrar cualquier cosa que necesite para usos personales, académicos o profesionales.

En las repisas de la mayor parte de papelerías, los cuadernos y libretas de distintos tamaños y formatos tienen una presencia destacada, para poder responder a las necesidades del cliente. Una de estas necesidades es encontrar un tipo de trama adecuado, que suele corresponder a alguno de estos modelos estándar: papel en blanco o liso, papel pautado, papel cuadriculado y algún formato especial, como el papel milimetrado.

Normalmente, cuando el cliente necesita adquirir una libreta, suele tener una idea bastante clara del tipo de trama que desea, sea por necesidad (éste suele ser el caso de los estudiantes) o porque se siente más cómodo con un formato en concreto que se ajusta mejor a su estilo particular de utilización del papel.

Las preferencias personales por una cierta trama, además de relacionarse con necesidades específicas y factores estéticos o culturales, responden también al modo en que escribimos, tomamos apuntes o expresamos las ideas. Los principales tipos de tramado de la superficie del papel de un cuaderno se relacionan con una determinada manera de “vivir” la escritura y el dibujo:

• Papel liso: Es el papel favorito de los artistas, de quienes llevan una libreta consigo para dibujar esbozos sobre la marcha o para hacer anotaciones acompañadas de gráficos. Los papeles de más calidad (con más gramaje, hechos a partir de tela reciclada, libres de ácido, etc.) suelen ser también lisos, y son ideales para escribir notas y cartas personalizadas.
• Papel cuadriculado: Es el estándar en las libretas de espiral, sean grandes de tamaño folio o más pequeñas, como el bloc. Este formato resulta muy cómodo para los estudiantes de cualquier nivel, ya que permite tomar apuntes de forma ordenada y, al mismo tiempo, realizar gráficos o croquis sencillos con la guía de la cuadrícula. La medida de la cuadrícula puede variar, según el capricho del fabricante, aunque hay una medida estándar.
• Papel pautado: Utiliza una serie de líneas horizontales (pautas) que sirven de guía para escribir correctamente sin salirse de la línea. Por este motivo, este tipo de papel era el que se utilizaba tradicionalmente en los ejercicios de caligrafía y todavía se usa en prácticamente todas las escuelas, sobre todo en los niveles iniciales. Con la ayuda de la pauta, los niños aprenden a escribir correctamente, manteniendo la regularidad en el tamaño y disposición de las letras (método Montessori).

La regularidad que proporciona la superficie pautada convierte a este papel en un favorito de muchos escritores aficionados o profesionales. Según éstos, les ayuda a superar el famoso “miedo a la hoja en blanco” y a escribir con una letra más regular y estética.

• Papel pautado para música: un tipo especial de pauta es la que se emplea en los cuadernos para escribir música. Esta pauta, llamada pentagrama, consta de cinco líneas estrechas y cuatro espacios para escribir las notas, y es el sistema estándar de anotación musical que emplean tanto los más jóvenes estudiantes para aprender solfeo como los músicos profesionales para componer.
Una curiosidad: existe también una pauta especial para las composiciones de guitarra que consta de seis líneas, correspondientes al número de cuerdas de este instrumento.
• Papel milimetrado: Quizá no es la trama más popular, pero tiene una demanda constante entre los estudiantes y profesionales de matemáticas y ciencias, por la precisión con la que les permite realizar gráficos y dibujos.

Como vemos, esta gran variedad de tipos de libretas y cuadernos es el reflejo de las múltiples necesidades de los clientes. Aunque actualmente utilizamos el ordenador u otros dispositivos electrónicos para el trabajo, el estudio y las aficiones, también es cierto que no hemos dejado de utilizar papel y lápiz para aprender, para imaginar, para ordenar las ideas, para dibujar… en fin, para todas estas actividades que forman parte esencial del desarrollo intelectual y artístico de la persona.