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  • Una tradición muy actual

    Actualmente está muy en boga entre los aficionados a las labores y las manualidades el “Scrapbooking”, un hobby que consiste esencialmente en crear álbumes de recuerdos personalizados. Esta personalización se consigue eligiendo el formato y material del álbum y decorándolo con toda clase de adornos a partir de materiales propios de las labores o de papelería creativa.

    De hecho se trata de una afición bastante antigua, ya que los primeros testimonios están fechados en Inglaterra a finales del siglo XV. En principio, la actividad consistía en reunir en un álbum una serie de recuerdos o conocimientos que tuvieran un significado especial, como recetas de cocina, dedicatorias y autógrafos, poemas, dibujos e incluso objetos pequeños como flores secas, mechones de cabello, pequeños bordados, etc.

    A partir del siglo XIX, con la invención de la fotografía y su popularización de se extendió enormemente la actividad. Cualquier persona, con un poco de tiempo y mucho cariño, podía reunir en un hermoso álbum retratos de sus familiares y amigos o fotografías de lugares entrañables o, simplemente, pintorescos; el único truco consistía en recopilar el material y presentarlo en el álbum de una forma interesante y estéticamente atractiva.

    Fue a partir de los años ochenta que el “scrapbooking” se convirtió en lo que es hoy en día: una afición que reúne a miles de aficionados que intercambian y comparten sus experiencias a través de reuniones, cursos, talleres y comunidades virtuales. Podríamos decir que el “scrapbooking” forma parte de la gran familia de hobbies relacionados con las labores y las bellas artes, como por ejemplo el ganchillo, el patchwork o el encaje de bolillos.

    Los entusiastas de este pasatiempo nos cuentan emocionados las múltiples satisfacciones que les aporta. Entre ellas, destacan las siguientes:

    • Desarrolla la creatividad y el gusto estético.
    • Pueden alcanzarse resultados muy sofisticados con técnicas relativamente sencillas,
    • Está al alcance de prácticamente cualquier persona. Sólo se requiere cierta habilidad manual, paciencia y entusiasmo.
    • Las técnicas utilizadas no requieren el uso de materiales o herramientas especiales, caras o peligrosas.
    • El “scrapbooking” puede practicarse individualmente en el salón de la propia casa, o bien en grupo. Es una magnífica oportunidad para relacionarse con otras personas y compartir una gratificante afición.

    El punto de partida para realizar un “scrapbook” suele ser un álbum de cartón y/o papel de cierta calidad, adornado con una gran diversidad de elementos que dependen totalmente del gusto de quien lo realiza. En el interior del álbum se encuentran las fotografías, textos o recordatorios, hábilmente dispuestos y pegados y casi siempre con algún otro tipo de adorno (cenefas, juegos de texturas y colores, representaciones estilizadas de flores o pájaros, etc.).

    En el “scrapbook” la creatividad se expresa especialmente en dos aspectos: en la selección y disposición del contenido y en los adornos. Es aquí donde entran en juego una gran diversidad de técnicas y materiales. A modo de ejemplo, sugerimos algunos recursos procedentes del campo de las labores:

    • Botones de distintos colores, tamaños y materiales. Pueden pegarse o bien coserse.
    • Lentejuelas, strass, pequeñas cuentas… Pueden pegarse directamente en el álbum o ensartarse para formar pequeños colgantes o ramilletes.
    • Flores de tela. ¡Todo un clásico en el “scrapbooking”! Proporcionan un toque colorista y romántico.
    • Pequeños bordados cosidos a modo de marcos o cenefas (cosido, encaje, incluso ganchillo…) o   para confeccionar un marcapáginas, ideal para manejar y compartir el álbum.
    • Cintas de satén, seda, terciopelo… Por su forma, son el material preferido para un marcapáginas, pero también sirven para crear bordes, cenefas, lazos… y otros adornos.
    • Cierres y candados: al igual que los diarios íntimos, algunos de los álbumes de recuerdos se hacen con un cierre metálico para preservar su contenido de miradas ajenas. En el mercado pueden encontrarse muchos modelos bonitos y de fantasía (generalmente, en la sección de bisutería).
    • Retazos de tela: de manera similar al patchwork, los retazos de tela también pueden combinarse y coserse o pegarse formando composiciones estéticamente atractivas y con estilo, desde un diseño moderno y geométrico hasta lo más romántico.

    Además de estos materiales propios de las labores creativas, para confeccionar los “scrapbooks” es imprescindible el uso de algunos utensilios básicos, como tijeras, pegamento, hilo y aguja, plantillas para recortar, punzones, etc.

    El Scrapbooking en las papelerías

    En España hay tiendas especializadas en este hobby y cada vez más son las papelerías que están integrando este producto en sus escaparates.

    Apli (www.apli.es) ofrece a las papelerías productos especializados en esta técnica para ayudarles a crecer y ampliar su negocio en nuevos nichos de mercado.

    Respondiendo a esta nueva y creciente demanda de productos de y a la visión innovadora de Apli, presentamos la nueva gama Apli Scrapbooking empezando por los más básicos:

    - Papeles impresos
    - Adhesivos, formas precortadas y etiquetas impresas
    - Letras adhesivas

    Y esto es sólo el comienzo. A medida que se adquiere experiencia, los aficionados al “Scrapbooking” desarrollan una gran habilidad para encontrar, elegir y combinar una infinitud de pequeños elementos que convertirán su álbum en una obra muy personal donde guardar y compartir los recuerdos más queridos.

    Archivo: Bellas Artes/Manualidades

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